Los trabajos de recuperación del hidrocarburo
derramado tienen un elevado coste energético, además de provocar una
contaminación secundaria causada por el uso de motorizaciones contaminantes.
Además del uso de tecnologías antidiluvianas, la mayor
contribución al aumento de la energía consumida durante los trabajos de
recuperación es causada por la disminución de la eficacia de los skimmers
utilizados, o lo que es lo mismo, el aumento del volumen de agua en la
sustancia recuperada.
Por ejemplo, un skimmer de rebosadero sabemos que
recupera una elevada cantidad de agua que oscila entre el 50% (espesores de
capa superiores a 25 mm) y el 90% (espesores de capa entre 1 y 8 mm), esto
significa que si estamos haciendo frente a un derrame de 1.000 m3 de
hidrocarburo estaremos recogiendo entre 1.000 m3 y 9.000 m3
de agua. Entre otras cosas, estamos multiplicando por 10 el tiempo invertido en
la recuperación.
Un skimmer selectivo (cepillos, discos, tambor) puede
trabajar con una eficacia máxima del 95% (5% de agua en la sustancia
recuperada) que se verá muy perjudicada por el movimiento de las olas, hasta
reducirla a un 50%. En este caso estaremos recuperando entre 50 m3 y
1.000 m3 de agua, siendo este último el caso más probable.
La consecuencia de esta ineficacia de los skimmers es
un aumento del coste energético de las operaciones de recuperación desglosado
como sigue:
- Aumento del tiempo de funcionamiento de los skimmers. En el caso de un skimmer trabajando al 50% de eficacia tendremos que operar el doble de tiempo respecto a un funcionamiento ideal (eficacia 100%). Un skimmer selectivo trabajando al 50% consumiría 66 kWh frente a los 35 kWh de un skimmer con una eficacia del 95%.
- Aumento del consumo total de las bombas de trasiego entre skimmers y tanques de almacenamiento temporal. En el caso de un skimmer de rebosadero trabajando con un espesor de capa superior a 25 mm la energía necesaria para impulsar 1.000 m3 de hidrocarburo derramado más otros 1.000 m3 de agua será de 1.120 kWh mientras que en el caso de espesores inferiores a un centímetro el consumo se dispara hasta los 5.600 kWh. En una situación ideal, considerando una eficacia del 95%, el consumo sería de 590 kWh, entre un 50% y un 90% inferior a los casos reales.
- Aumento del consumo total de las bombas de trasiego entre los tanques de almacenamiento temporal y el separador de hidrocarburos. Nos encontraremos en una situación similar a la del punto 2.
- Coste energético de la separación de los dos fluidos. Ya en la embarcación de trabajo separaremos la mayor parte del agua de los hidrocarburos. Este agua deberá tener un contenido en hidrocarburos inferior a 15 ppm, para ello la trataremos en un separador. El coste energético de esta operación asciende a 1.800 kWh en el primer caso estudiado y a 16.200 kWh en el segundo. Si hubiéramos trabajado con un skimmer verdaderamente eficiente (95%) hubiéramos gastado 100 kWh para 1.000 m3 de hidrocarburo derramado.
Los cálculos anteriores son tremendamente
aproximativos y pueden sufrir sensibles variaciones en función de innumerables
factores pero nos ofrecen una contundente confirmación de la necesidad de
mejorar los métodos de recuperación del hidrocarburo derramado, ya que no sólo
estamos hablando de un coste económico sino de un coste elevadísimo en términos
de operatividad, capacidad de reacción y autonomía de los medios desplazados al
lugar del derrame.